jueves, 5 de septiembre de 2013

Diario de un superviviente español

  •   ¡¿Será posible!?-exclamó Carlos-. ¡Mira por dónde vas, joder!
  • Tío... Vamos, tranquilízate. No ha sido para tanto-le respondió su amigo Lucas, totalmente calmado y sentado en un sofá a solo unos metros delante de él-.

El chico avanzó unos pasos y se sentó junto a su amigo. Desde allí observó a la chica causante del accidente, que simplemente se encontraba de pie y sin mover un solo músculo.

  • La muy puta nos ha dejado sin bebida...Al menos podría disculparse, digo yo.
  • Es igual. Da rabia, sí. Pero no necesitamos las bebidas. Nuestro objetivo de esta noche...-dijo, girándose hacia su otro amigo-. ¿Y tú que crees que estás haciendo?
  • Pues estudiar. ¿Qué quieres que haga? Apenas quedan dos semanas para las Pruebas de Acceso. Llevo la Historia fatal, y necesito repasar...
  • Déjate de repasos, tío-dijo, arráncandole el libro de las manos y lanzándolo lo más lejos que pudo-. Te recuerdo que estamos en una discoteca.
  • ¡¿Pero qué haces?! Lucas, la nota de corte es muy alta y necesito...
  • ¡Lo que necesitas es hacerme caso! Déjate de idioteces...
  • Tíos...
  • ¿¡Qué?!-preguntaron los otros dos-.
  • La chica...ya no está.
  • ¿Y qué?-preguntó Lucas-. Habrá ido al baño, ¿qué más da? O tal vez...-dijo, haciendo una pausa-. Tal vez sea...¡un zombie!Ya sabéis, como los de Los Ángeles...
  • Joder, tío. No tiene gracia-dijo Carlos-.
  • No. No la tiene, Lucas. Estudios científicos han demostrado que...
  • ¿Que los zombies no existen?¿Que todo lo de Los Ángeles no fue más que un montaje, una especie de estratagema de Obama para acojonar al mundo? Porque incluso aunque estuviera equivocado, ¿a quién coño se le ocurriría empezar algo así en una discoteca madrileña como esta? Sería la zona cero más cutre de la historia. Escuchad, chicos, toda la patraña de los zombies es una gilipollez y por definición aquellos que la creen son...¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡AAAHHHHH!!!!!!!!!

Auch, qué daño. Debe de doler bastante que te arranquen media cara de cuajo, ¿no creéis? ¡Y de un solo mordisco! La verdad es que es bastante asqueroso. Creedme, mejor que no lo podáis ver. La escena es bastante desagradable.

En fin, digamos que a pesar de que sus amigos intentaron ayudarle el pobre Lucas no salió muy bien parado de aquello. Aunque en realidad todos estaban igual de condenados que él, ya que todos y cada uno de los que se encontraban en aquella discoteca independientemente de lo mucho que corrieran o gritaran estarían muertos en el transcurso de las siguientes veinticuatro horas. Qué putada, ¿eh?

En fin, pues resulta que cincuenta y un días tras la cuarentena de Los Ángeles y cuando el mundo empezaba al fin a respirar tranquilo se produjo aquel incidente en la discoteca y surgió un nuevo brote. Un brote que, a pesar de los esfuerzos conjuntos de los gobiernos de EE.UU y España por contenerlo se propagaría por todo el globo y dejaría a nuestra especie al borde de la extinción en cuestión de meses. ¿Que hasta qué punto? Bueno...digamos que pasado casi un año el porcentaje de supervivientes, de entre toda la humanidad...apenas superaría el 0'01 % del total. Vamos, alrededor del millón de personas, para que os hagáis una ligera idea. Y disminuyendo día a día.

Los primeros días tras la infección todo se vino abajo. Transportes, servicios...Llegado un momento, los representantes de los principales y más básicos pilares de nuestra sociedad (bomberos, médicos, policías, militares...) no tuvieron más remedio que dejar sus puestos ante el cada vez más numeroso ejército de muertos vivientes. Los pocos que sobrevivieron huyeron con sus familias, como tantas otras, para tratar de ponerse a salvo. Claro que esto es difícil en un mundo tan superpoblado como el nuestro. La gran mayoría fracasaron.

En sólo seis semanas tras el incidente del diecinueve de mayo, el último medio de información dejó de emitir y los supervivientes de las distintas zonas se quedaron incomunicados del resto del mundo.

Transcurridos dos meses y debido a la cada vez más frecuente ausencia de intervención humana, los generadores de corriente comenzaron a fallar y las luces empezaron a apagarse por todo el mundo, dejando el planeta sumido en la más completa y absoluta oscuridad.

Damas y caballeros, soy el Narrador Omnisciente y os presento el...¡¡¡Diario de un superviviente español!!!

Posdata: probablemente habrás percibido, querido lector, la relativa frecuencia de palabras malsonantes en esta entrada. Pido disculpas por ello, pero recuerdo que la historia en esta ocasión transcurre en España y que en las historias españolas pocas cosas abundan más que las denominadas palabrotas (sin ánimo de ofender), por supuesto por detrás del sexo, que es el rey indiscutible. De lo primero, intentaré evitarlo en la medida que pueda (aunque no prometo nada) y de lo segundo...En principio, no esperes nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Soy el número cuatro

Soy el número cuatro
Me encanta esta peli :)